sábado, 24 de abril de 2010

Pecados (1 y 2)

Susana Armengol

LUJURIA

Mientras ardo en fuego y azufre pienso en tus pechos al mismo tiempo que en tus ojos. Poco importa que me recuerden una y otra vez que, como súcubo que soy, he de devorar a los hombres que me miran con lascivia cuando me apoyo en la barra para que me sirvas otra copa, poco importa...

SOBERBIA (de Proverbios 6:16-19)

Estiró el brazo, giró el cuerpo y tensó su musculatura cual Discóbolo, aspiró profundamente y lanzó el boomerang arrancando gemidos de sorpresa del pueblo entero, presentes todos los aldeanos en la plaza para ver con sus propios ojos el extraño instrumento traído desde tierras donde, según les ha contado el estudioso, los animales devoran a los hombres al menor descuido. Ya ven regresar a lo lejos el objeto volante, se arrancan vítores y aplausos para el viajero que estira un cuello de afán protagonista y enaltece la mirada dirigida al populacho. El arma afilada desgarra su garganta y la cabeza cae al campo de centeno, entre el clamor del abnegado público.

2 comentarios:

CRONICO dijo...

Gracias, Susana, por confesar tus pecados a la iglesia del Fango. Aqui de ninguno de ellos serás redimida. Serán modelos para ganar el azufre. Y para hornear el pan incompatible con el néctar y la ambrosía. Saja!

susana dijo...

Wow, qué sorpresa!!!... gracias a tí por seguir contando conmigo.