martes, 25 de marzo de 2014

Poemas breves

Juan Carlos Alda.



Todo sucede por desidia
de un mítico amuleto que fomenta la mendicidad
entre sus pretendidos y pretenciosos hermanos.
                      -

Se desploma inmaduro
de la rama el futuro .
                      -
Dicen que soy intolerante porque no tolero lo intolerable.
Los intolerables pretenden ser tolerados
escudándose en que es una intolerancia no tolerarles.

                  ¡Endémico lenguaje!
                      -.

Me asomo y veo torres
con pestañas de plástico y pupilas.
Todo cuadrado.

                      -

SOLO espero sorprenderme.
                      
                      -

El drago de Agalán no se deja retratar.
Pese a su rayada corteza,
el tronco se mantiene fuerte.
Su frondosísima copa se defiende del agónico arte actual
y lo supera.
                                           -Agalán, La Gomera, febrero de 2011-

domingo, 23 de marzo de 2014

J. P. Rodríguez y Pablo Palacio

Tantas pestañas es un lío.
Quedaron al final de la página algunos crónicos ilustres.
Ahora he solucionado algunos problemas de enlace.
 He fijado anclas.
 Leer poema de Pablo Palacio "As de corazones".
 Leer relato de J .P. Rodríguez "Locos y mendigos"

jueves, 12 de diciembre de 2013

El Cisne Negro

Alberto Garrido Moreno

Empecémos de cero. 0.
Tú ya no eres Alberto. No.
Pensémos juntos que ya estas muerto.
Y a la vez renaciéndo.
Vamos a llegar hasta el tuétano de tus huesos, de tu esqueleto.
Examinarémos al microscopio infinitesímal el mal de los virus que portas dentro.
Se acabó el "Paga-Fantismo", igual que otros "-ismos" históricos.
Entiéndete a ti mismo siendo un cisne negro en todos los aspectos.

Has trazado una línea divisoria abisal detrás de tu Talón de Aquiles en el suelo.
Reflexiona, meditalo, piensa bien en ello.
Te puedes permitir el lujo de, por vigesimonóvena vez, empezar de nuevo.
Te has extraído los ojos al modo de Édipo, y has abandonado la cría de cuervos.
Por sendas ignotas y en tinieblas te adentras dando más palos de ciego.
Por otro lado, nada bajo el Sol es nuevo.

Un ángel caído debido al mismo Mal que el tuyo has descubierto.
Y sus enormes ojos verdes, parecidos a otros tiempos, revolotean por tu cerebro.
Llevas encerrado en el interior de tu pecho el aullído de un bravo guerrero; "¡Sí, Puedo!"
Intentas entrenar tu cuerpo en el "Noble Arte" del Boxeo.
Tú mente sólo teme al más temible de los enemigos, al Miedo mismo.
Sin conocerla en exceso ya puedes echarla mucho de menos hasta el próximo encuentro.
Por cierto; "¿Tú crees que podríamos unirnos, a pesar del miedo al castigo,
de caer más allá de los límites del averno?"

Un cónclave de locos y un consejero único cuerdo dicen que por qué no, que sí podemos.
Yo ya sueño con ello y con lo que conocéremos.
Como dijo Lope de antemano y con acierto; sé que un Cielo en un Infierno cabe por entero.
Un par de ángeles caídos, de alas partidas y bipolares somos,
expulsados por soberbios del Mundo de los supuestamente cuerdos y sordos.

Aún dormitas en éste puto pueblo fantasma (pueblo pequeño, infierno grande)
en donde no hay nada ni nadie
y tu alma prueba sus alas y su anhelo de extranjero emigrante
que sueña y se estremece con la posibilidad del "vigor híbrido", de mezclar su sangre.

Entiéndete a ti mismo siendo un cisne negro en todos los aspectos,
un extraño y rico acontecimiento en mitad de un páramo yermo,
un ser extraordinario malviviendo entre un ejército de zombis muertos,
un profeta siempre en la certeza, predicando vena en cuello en el desierto,
un solitario hermitaño soltero sin vocación, siendo objeto de deseo de un millón...


Así últimamente me siento, como un cisne, pero negro.

lunes, 28 de octubre de 2013

¡¡Tercer número del fanzine!!

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Juegos de mayores

Sergio Álvarez Guillén

En un cuidado parque de una urbanización privada, juegan unas niñas, todas vecinas. Cuando comienza a lloviznar, dos de ellas, hermanas, corren a una zona cubierta, cerca de los portales. Las otras, primero observan este rápido e inesperado movimiento y, luego, hablan entre ellas muy excitadas. Gesticulan tal como hacen las actrices de las series de televisión: arquean las cejas y doblan la boca y mueven arriba y abajo los brazos.
A cubierto, en el porche, las hermanas imitan a sus ídolos musicales interpretando sus canciones. Como las otras niñas se acercan pero no dicen nada y, además, parecen muy serias, una de las hermanas, la más pequeña, propone:
-Podéis jugar con nosotras, si queréis.
-Aquí no se puede jugar… y menos a cantar porque… molestáis.
-Pero, si cantamos bajito… y además, ¡está lloviendo!
-¡Ya!, pero… no podéis cantar esas canciones porque la ropa que vestís ¡no pega!
Una de las hermanas se ajusta el velo en la frente y explica:
-Mi padre es cirujano en el Hospital y, nos ha dicho, que podemos cantar como las artistas de la tele, si queremos- así se defiende la hermana mayor mientras termina de ajustarse el pañuelo en la nuca.
Las niñas van formando un corro y ríen y cuchichean.
-Bueno, sí, tu padre es médico -dice una pequeña princesa rubia con trenzas a ambos lados de la hermosa cabeza- pero vosotras ¿cómo queréis ser de mayores? ¿como vuestro padre o como vuestra madre?
Entonces, hábilmente, la mayor de las hermanas se quita el velo y suelta su pelo. Cae sobre sus hombros una cascada de perfumada frescura azabache. Esto provoca en el corrillo un clamor generalizado.
-Como mi madre –responde. -Tiene la casa más limpia que la madre de tu compañera del cole, la suya.
Estallido de carcajadas entre las niñas.
-Sí, ya sabéis que mi madre cuida a la abuela de tu compañera –continúa. –Y, también, porque el pelo lo tiene mucho más limpio y bonito que las demás.
En el inesperado silencio sepulcral del corrillo, la turbación de la hermana pequeña es manifiesta. Observando esta debilidad, una de las vecinas del corro, se arma de valor y quiere saber:
-Y ¿tu, Sukaina? ¿A quién te quieres parecer cuando seas mayor? ¿A tu padre o a tu madre?
Sukaina baja los ojos al suelo y aprieta los labios. Pero esto, tan sólo dura unos segundos.
-Yo… a mi padre. Porque, ¿sabéis?, él canta mucho mejor que Ricki Ricardo.

* Relato escrito para el concurso ESCRIBE IGUALDAD, de ACSUR-LAS SEGOVIAS.

martes, 12 de marzo de 2013

sábado, 9 de febrero de 2013

Dos poemas de Leopoldo María Panero

"Leopoldo María Panero (Madrid, 1948) es un poeta desarraigado, un hombre desclasado que trabaja con sus versos contra la sociedad y contra él mismo, un ser que sufre del complejo de autodestrucción y que transforma ese complejo, esa autodestrucción, en obra de arte.Un maldito, en definitiva. Leopoldo María Panero, aquejado de malditismo, se suicida a cámara lenta y, de esta manera, es capaz de hacer su obra con prisas, iluminada con destellos e impulsada, paradójicamente, por ese descenso hacia el fondo del abismo que, en realidad, busca truncar con violencia, dejar inacabada, esa misma obra. Panero, que busca la poesía en la abominación, reivindica como clave poética la máxima de Mallarmé: «La destruction fut ma Beatrice» («La destrucción fue mi Beatriz»)" [en www.revistadeletras.net]

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