jueves, 19 de febrero de 2009

Poemas (II)

Fernando Muñoz

DAME

solia sucumbir a las miradas hirientes,
a los traslados en ambulancias
y a las copas amargas de gin-tonic.
me miraba en el espejo
y mi cuerpo era transparente
detrás de mi una montaña de basura
rodeada de voraces alcaravanes
que despojaban las bolsas
y las mondas lirondas de naranjas
Eran esas tardes poco pacíficas
rellenas de almíbar y nata
las que me desquiciaban
y hacían que me escapara
a esas noches llenas de muchedumbre,
de desafíos y de menesteres,
mas yo me perdía en las luces,
en los coches y transeúntes
y acababa bebiendo mis orines.
Cada día que me recuerdo
es como un dolor de barriga
áspero y genuino, salado,
y algo excitante...

PEQUEÑO

cuántos poemas se componen de mi alma,
esa que como rompecabezas se une en uno,
pieza a pieza se descomponen
y acaban siendo un dibujo abstracto de sí mismo.
mi vida gira alrededor de la suerte,
los presagios y augurios,
que vaticinaban que algún día,
iba a ser la sombra de lo que soy,
ahora me vienen al recuerdo
como si de fantasmas se trataran
y no discierno entre lo lógico y lo ponderado,
más me valdría salir corriendo
de ese angosto túnel del pasado
dejando atrás callejuelas de rincones oscuros
y paraísos disueltos en humo y alcohol.
te busco y no te encuentro
pequeño corazón sin resortes
que sigue estropeado
en alguna mesa de relojero.
Te pido perdón por los sustos y mentiras
y de no haberte puesto las pilas
en los momentos más cruciales.
A ti pequeño corazón te debo la vida

PAREJA

me inquietas..¿lo sabes?
es ese miedo el que me paraliza.
¿puedes entenderme?
yo no te entiendo...
estás diciendo que vas a matarme.
no estás en tus cabales.
¿me vas a levantar las uñas
y hacer un circulo con ellas
en el cual pondrás mis cuencas?
lo dicho... me voy
no cierres la puerta,
corre la sangre, me atraviesa
cuánta víscera,
cuánta inocencia rota,
tus padres eran tus verdugos,
yo soy tu victima,
tu dulce victima..


jueves, 12 de febrero de 2009

Dos Textos y Un Diálogo

Laila

Texto nº 1

Ella quiere caminar sin rumbo y estar acompañada de su propia soledad, sus conciencias la trasladan a un mundo de incertidumbre que no maneja, y no teme.
Crece en ella la curiosidad por lo desconocido, y sin miedo a viajar
como una luz absorbente y lúcida, su mirada se transforma, y se desespera por vivir y soñar.

Texto nº 2

Aquel libro que está ahí, en la estantería del cuarto de baño, está ahí para que usted pueda echarle una ojeada.
De esta manera usted se sentirá mejor porque lee libros, tantos que necesita guardarlos en el baño, porque es allí
donde uno encuentra un hueco de calma para encontrarse, como hacen los artistas y los intelectuales.
En mi cuarto de baño hay: un monográfico, y una obra de José Zorrilla, subrayada en todas las frases misóginas que tiene con un lápiz verde...
¿Qué libros hay en su cuarto de baño?

Texto nº 3

(Mesa redonda en un bar)

A- La genética del ser humano proviene de Africa, según estudios "de todo". Sí, no me mires así, esa gente estudia y si lo dicen, yo me lo creo.
B- De las miserias de la vida, no me puedes enseñar más a mí.
C- Sí señor, la vida viene del mar, de los volcanes marinos!!!!
A- A mí no me gusta leer .
B- A mí me da sueño a veces.
C- A mí me gusta la historia.
B- ¿Y cómo sabes de historia si no lees?
A- La tecnología, yo he visto la película de Ghandi 5 veces.
C- Jesucristo dicen que existió, pero solo fue un idealista.
B- No somos sanos, si fueramos sanos nos iría mejor.

(silencio)

C- Hace falta ser más inteligente.
(vacía los ceniceros, y comienza el debate una y otra vez)

jueves, 5 de febrero de 2009

Ese ojo de reojo

Edurne

Durante un instante vi el ojo que de reojo me miraba, sentada sobre un taburete de estampado petulante, leía un trozo de un periódico que sobre la mesa reposaba, pero el reojo me sedujo y la lectura se tradujo en un pensamiento que abstrajo de mi mente un instante, para volcar mi mirada en ese ente.

Segmento de mirada que hizo olvidar a quien esperaba, cerrando el trozo de periódico, concentrando las fuerzas por no perder la cabeza, al final, como siempre, la perdí, no se si fue real no recuerdo lo que aprendo, ni lo que hago cuando me hayo en ese estado.

Se acercó, yo no me alejé, en una burbuja me hallaba cuando la tipa aquella me gritaba, que saliera de aquel bar, que no era menester estar con aquel ser, yo la miraba con desprecio, poca sensibilidad para gente tan corriente, pena dan cuando se comportan mal.

Al bajar del taburete de estampado petulante, ese ser que mi ojo de reojo vio y con mi mirada se topó, arropado en un trozo de despojo, mis manos lo palpaban y él se dejaba hacer, las miradas se cruzaban en un sentir de bandadas.

Transcurrido el tiempo preciso abro la caja y de un brinco entra allí, no demasiado convencido pero contento de haber sido hallado y encontrado por alguien que no va ha maltratarlo, aprecio la vida de cualquier ser impedido o rendido, cierro la caja, salgo sin saber muy bien que rumbo coger.

Por la vereda de vuelta, el ser que de reojo vio mi ojo y su despojo me hizo descarnarme en un suspiro, saltó por arriba de la caja, emprendiendo una huida por todo la plaza, hasta que de vista lo perdí; me pare, lo pensé, valoré, apenas suspiré pues era libre, vivía libre y debía morir libre.