lunes, 21 de marzo de 2011

Epístolas

Zulo

EPISTOLA I: EL BOSQUE.
En realidad no me puedo quejar mucho de mi situación laboral, gano suficiente dinero como para vivir y tengo buen horario. Pero hay veces en que lo mandaría todo a la mierda. Hay días en los que me iría a vivir a un árbol, y desplazarme de rama en rama por un el tupido bosque donde estableceré mi residencia, recolectando frutos y cazando alimañas con las que alimentarme. Solo bajaré de mi mundo elevado para matar campistas y domingueros y luego vender sus baratijas por Internet. Pero luego descarto esta opción, no podría ser posible, es una ilusión descabellada, seguramente ninguna compañía me pueda ofrecer una conexión de banda ancha en el bosque.
A vuestros sucios pies. Un servidor.
EPISTOLA RESPUESTA: EL BOSQUE.
Es probable (nadie lo ha demostrado) que la conexión de banda ancha no sea imprescindible para una vida satisfactoria y plena de un simio arborícola recolectorasesinodominguerosdemierda. Haber quien tiene huevos de subirse al árbol a comprobarlo….¡¡¡¡INVOLUCIÓN!!!! ¡¡¡¡¡INVOLUCIÓN!!!!
Un abrazo de otro mono asesinacampistas.
EPISTOLA RESPUESTA II: EL BOSQUE II.
No sé sí para ser feliz será mejor tener una buena banda ancha o tener una escopeta por si las moscas algún hijo puta te quiere molestar porque sí y fastidiarte el día. Actualmente hay muchos con esas intenciones. Pero el otro día tuvimos una gran idea sobre un tema que andábamos tiempo pensando pero nunca lo llegamos hablar a pecho descubierto. Con un gran amigo, y padre a la vez, concluimos que todos los problemas se acabarían si en cada agujero metiésemos a las personas indeseables de este planeta, que sabemos todos que son muchas. Por ejemplo en las minas de las que sacan mineros atrapados, que se están forrando gracias a estar allí dentro 70 días, les volvía a meter para que se dejasen de estupideces de holliwod o como se escriba, que no tengo en mi vocabulario esa palabra, perdonadme. También metía a tantos más como ellos, desde del que lleva corbata y maneja la pasta de todos hasta al pobre idiota del barrio que está loco por su hiundai coope de mierda. Pero daros cuenta que nos quedaríamos sin agujeros para meter a tanta personas (les llamaremos personas pero en sí no lo son). Aún así el planeta es fabuloso y nos daría otra idea, otra posibilidad para meter a idiotas en algún lado (mares, volcanes, fallas...). Y volviendo al tema del que empezó todo este embrollo, sí que nos podríamos ir a vivir a las copas de los árboles o donde quisieras vivir. No tendríamos que presentar ningún tipo de papel a nadie porque sí. ¿Sabéis donde iría, no?, a un árbol, claro. Te podrías bajar sin tener que cruzarte con algún idiota por tu camino y poder mandar tu e-mail tan cómodamente en un ciberárbol, o no, mejor lanzando piedras, y olvidarnos de estar continuamente conectados a un aparato de plástico que en cualquier momento te puede dejar tirado porque se ha ido el sistema operativo (¿donde cojones se ha ido sin mi permiso?).
Así que amigos, ¿Es realmente el lugar donde vivimos o son las personas que nos rodean las que nos molestan?
Fotis.
EPISTOLA RESPUESTA III: LAS TEORIAS DEL BOSQUE.
Queridos amigos epistolares:

Nunca hubiera pensando (y por pensar refiero un estado mental de concentración en algo con mayor duración de treinta segundos) que una puta carta de mierda fuese a dar para tanto y, aprovechando vuestra reflexiva, rápida y contundente respuesta, me he permitido la licencia de concretar y bautizar vuestras innovadoras y revolucionarias teorías:
1ª. Teoría del darwinismo invertido. Rotunda declaración de principios de un tipo que iba para mono y se quedó en hombre. No solo se atreve a hacer dobles negaciones consiguiendo el aturullante efecto perverso de convencer al lector de su teoría, sino que aplaude el asesinato de campistas y domingueros y reta a cuanto aguerrido bípedo que se crea capaz de practicar la teoría del árbol.

2ª. Teoría de los agujeros llenos. Si hay un dios ahí arriba por favor que escuche al Fotis. Que profundidad de análisis el suyo en cuanto que ha sido capaz de encontrar mil y un recovecos donde administrar un poquito de justicia. Teoría tan aguerrida que se ha atrevido a desafiar a holliwod, o como se escriba, menospreciándoles sinceramente, y aunque tentado estoy de contestar su último y puto reto (realizado con una pregunta), me voy a abstener porque la cuestión tiene mandanga.
Un servidor.