Durante un instante vi el ojo que de reojo me miraba, sentada sobre un taburete de estampado petulante, leía un trozo de un periódico que sobre la mesa reposaba, pero el reojo me sedujo y la lectura se tradujo en un pensamiento que abstrajo de mi mente un instante, para volcar mi mirada en ese ente.
Segmento de mirada que hizo olvidar a quien esperaba, cerrando el trozo de periódico, concentrando las fuerzas por no perder la cabeza, al final, como siempre, la perdí, no se si fue real no recuerdo lo que aprendo, ni lo que hago cuando me hayo en ese estado.
Se acercó, yo no me alejé, en una burbuja me hallaba cuando la tipa aquella me gritaba, que saliera de aquel bar, que no era menester estar con aquel ser, yo la miraba con desprecio, poca sensibilidad para gente tan corriente, pena dan cuando se comportan mal.
Al bajar del taburete de estampado petulante, ese ser que mi ojo de reojo vio y con mi mirada se topó, arropado en un trozo de despojo, mis manos lo palpaban y él se dejaba hacer, las miradas se cruzaban en un sentir de bandadas.
Transcurrido el tiempo preciso abro la caja y de un brinco entra allí, no demasiado convencido pero contento de haber sido hallado y encontrado por alguien que no va ha maltratarlo, aprecio la vida de cualquier ser impedido o rendido, cierro la caja, salgo sin saber muy bien que rumbo coger.
Por la vereda de vuelta, el ser que de reojo vio mi ojo y su despojo me hizo descarnarme en un suspiro, saltó por arriba de la caja, emprendiendo una huida por todo la plaza, hasta que de vista lo perdí; me pare, lo pensé, valoré, apenas suspiré pues era libre, vivía libre y debía morir libre.
Segmento de mirada que hizo olvidar a quien esperaba, cerrando el trozo de periódico, concentrando las fuerzas por no perder la cabeza, al final, como siempre, la perdí, no se si fue real no recuerdo lo que aprendo, ni lo que hago cuando me hayo en ese estado.
Se acercó, yo no me alejé, en una burbuja me hallaba cuando la tipa aquella me gritaba, que saliera de aquel bar, que no era menester estar con aquel ser, yo la miraba con desprecio, poca sensibilidad para gente tan corriente, pena dan cuando se comportan mal.
Al bajar del taburete de estampado petulante, ese ser que mi ojo de reojo vio y con mi mirada se topó, arropado en un trozo de despojo, mis manos lo palpaban y él se dejaba hacer, las miradas se cruzaban en un sentir de bandadas.
Transcurrido el tiempo preciso abro la caja y de un brinco entra allí, no demasiado convencido pero contento de haber sido hallado y encontrado por alguien que no va ha maltratarlo, aprecio la vida de cualquier ser impedido o rendido, cierro la caja, salgo sin saber muy bien que rumbo coger.
Por la vereda de vuelta, el ser que de reojo vio mi ojo y su despojo me hizo descarnarme en un suspiro, saltó por arriba de la caja, emprendiendo una huida por todo la plaza, hasta que de vista lo perdí; me pare, lo pensé, valoré, apenas suspiré pues era libre, vivía libre y debía morir libre.
9 comentarios:
es genial...me ha encantao
Qué viva la músca. Disfrutemos con el ritmo. Me encantan los despojos
Buen ejercicio de ritmo. Por un momento he pensado que el ser podía ser un Gremlin jjj
Que cada cual que se imagine lo que quiera, esa es la riqueza de la imaginación que es libre!!!
me gusta ess caja-un saludito
hola edurne soy fernando no creo que te falte sensibiliodad por lo que escribes ni tampoco que no seas lista solo que quizas no te llama mucho.un abrazo
Hola Fernando, no entiendo que quieres decir con "quizás no te llama mucho..." a que te refieres, hablas del relato?
hola edurne no me referia a erscribir o entender la poesia,un saludote
lo que más me ha gustado, cuando dices: "lo perdí de vista"... siempre hay que llevar esa caja encima por si hay que salvar alguna vida.
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